Ayer Microsoft anunció que a partir del 9 de junio se podrá adquirir su nueva consola, Xbox One a un precio de 399€ prescindiendo del periférico Kinect. Recordemos que hasta ese día todo el que ha querido adquirir la consola ha tenido si o si que hacerse con el periférico, incluso los primeros meses de vida de la consola esta no funcionaba sin conectar el dispositivo.
La compañía de Redmond ha “vendido” este cambio como una nueva opción para los fans y facilitarles el acceso a Xbox One. Pero bajo ningún concepto habrá algún tipo de incentivo/recompensa a los “ealy adopters” o lo que es lo mismo, aquellos que tuvieron que hacerse con Kinect por no existir otra opción.